DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO MISTERIOS

Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Misterios

Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo Misterios

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La Virginal dijo a Santa Brígida de Suecia: «Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

O ¿llora por tantos hijos a quienes el error y el pecado han apagado la vida de la Agudeza y ofenden gravemente a Alá? O ¿ son las lágrimas de dilación por el retorno de los hijos suyos, un día fieles y actualmente arrastrados por falsos encantos entre los enemigos de Todopoderoso?

Aunque siempre se han meditado los siete dolores de la Inexplorado, no hay que olvidar que siete no es un numero de limite o finito, sino de totalidad y plenitud.

Estas tres realidades han revolucionado la forma en que interactuamos con el entorno, abriendo un abanico de posibilidades tanto en el ámbito personal como profesional. En este artículo, exploraremos a fondo cada … Leer más

Los siguientes son los siete dolores de la Inmaculado María, la Virgen dolorosa, con una leída sugerida de la Sagrada escritura para cada dolor y unas reflexiones que hemos colocado de Piloto para todos.

Los siete dolores de la Doncella María son momentos de profundo sufrimiento que experimentó durante la vida de Jesús. Estos dolores son:

La Doncella de los Dolores representa el sentimiento de dolor de María, a lo dilatado de toda una vida, en presencia de el sufrimiento de su hijo, Jesús. Se trata de una de las devociones más antiguas alrededor de la Origen de Todopoderoso.

Alcanzadme, Origen mía, las luces de la divina Humor, para que acierte a escapar con paso firme y resuelto de las persecuciones y asechanzas de mis vicios y pasiones, que son mis mortales enemigos, hasta verme excepto y seguro en el inexpugnable perímetro de la calidad de Dios durante mi fatigoso y arriesgado tránsito por el desierto de este mundo, a fin de poder llegar felizmente al término de mi excursión, y alcanzar la dicha de verme reunido con mi redentor Jesús, y con Vos, entusiasta Origen mía.

En Guatemala existen diferentes imágenes representando a la Casto Dolorosa, la primera donde se pueden ver a la Inexplorado con las manos abiertas y la segunda donde se ve la Virgen con las manos cerradas y unidas entre sus dedos en muestra de oración; esta última le denomina "Virginal de Soledad".

Casto María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan acullá, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de germinar, pero Cuadro perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio

Señor mío Dios, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñYa la Virginal María cuando te vio cargado con el infame madero de la Cruz yendo dócil al suplicio; por este dolor te pido las virtudes que por el pecado perdí.

Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo.

¡Oh Origen afligidísima, y por todos conceptos Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo llena de amargura! Compadecido del acervo dolor que martirizó vuestro corazón en el cruel acercamiento de vuestro Hijo en la calle de Amargura, al verle desfigurado, satisfecho de dolores, saciado de oprobios y oprimido por el llano peso de la cruz, os suplico con humilde rendimiento y sincero dolor de mis pecados, que me alcancéis Humor para levantarme de mi mortal abatimiento, a fin de que fortalecido con el ejemplo de vuestras soberanas virtudes, tenga valor para sostenerme en mis terribles caídas en el camino del pecado, y socorredme para que no sucumba bajo su peso, y renueve los tormentos de mi Salvador, y vuestro dolor y amarguras.

Veamos lo que dice el Papa Pio XII con motivo de la celebración del año Mariano de 1954, en relato a las lágrimas de la estatua de Siracusa:

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